Cómo superar los períodos de crisis de la infancia y la adolescencia y aumentar la confianza y la independencia en un niño. Consejos para padres

En la vida humana, los psicólogos distinguen ocho períodos de crisis principales, tres de los cuales pasan en la infancia y la adolescencia. Estos incluyen el período de "fortalecimiento de las raíces", la transición de la infancia a la edad adulta y la búsqueda de uno mismo y el lugar de uno. Es importante que cada padre entienda lo que le sucede a su hijo en tiempos de crisis. Apoyar a sus seres queridos lo ayudará a sobrevivir estas etapas difíciles de la vida de los niños y adolescentes de manera más tranquila y sin consecuencias negativas.

períodos de crisis en niños

El período de crisis en niños de tres a siete años es un "fortalecimiento de las raíces"

Este período difícil en la vida de un niño no se llama así. De hecho, el mayor crecimiento del "árbol de la vida" y la formación de la personalidad del niño dependen en gran medida de cuáles serán las "raíces".

El período se caracteriza por la formación de una actitud global hacia el mundo. El niño comienza a comprender que el ambiente puede ser benévolo u hostil. La tarea principal de los padres es formar en los niños un sentimiento de total seguridad en la familia. Una atmósfera tan positiva se convertirá en una actitud confidencial del niño hacia los demás, simpatía por sí mismo, curiosidad y sed por el desarrollo de sus habilidades. Tales niños crecen seguros, sintiendo el valor de su propia fuerza. Son optimistas, proactivos e independientes. Los padres en esta etapa deben poner en la conciencia del niño el eslogan principal de la vida: "Si hace un esfuerzo, siempre puede lograr su objetivo deseado".

Si los padres se comportan incorrectamente, el niño puede volverse incrédulo. Esto puede dar lugar a dudas constantes sobre la exactitud de las acciones. Tales niños se vuelven no iniciados y letárgicos. Sienten lástima de sí mismos, no simpatía. Se sienten imperfectos. Con la edad, la culpa aumenta, al igual que el miedo al castigo por los errores. Los sentimientos negativos a menudo se manifiestan en la agresión hacia los demás.

Para los padres, lo principal es que sus hijos se sientan amados y comprendidos. Esta será la clave para el desarrollo normal y la formación de la personalidad.

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El período de crisis entre los diez y los dieciséis años es una etapa de comprensión y evaluación de uno mismo.

Este período más agudo de la adolescencia se asocia con la transición de la infancia y la adolescencia a la vida responsable del adulto.

Un adolescente comienza a evaluar sus fortalezas en comparación con los méritos de otras personas. Este período se caracteriza por la preocupación y la comparación constante. Los adolescentes se torturan con preguntas: "¿Quién soy yo?", "¿Cuál?", "¿Cuál es mi principal diferencia con respecto a los demás?", "¿Es mejor o peor que los demás?", "¿Me veo bien?", "¿Qué calificación me dan las personas?" ? "," ¿Hay una individualidad en mí? "

La tarea principal que enfrenta un adolescente es la necesidad de determinar su estado psicológico, su independencia y su propio "yo". Los niños pequeños comienzan a comprender que hay un mundo para adultos. Es enorme y tiene sus propias leyes, normas y reglas que deben seguirse.

En este momento difícil, la experiencia que obtienen en la calle se vuelve importante para los adolescentes. Les molestan las recomendaciones de sus padres. Encuentran estos consejos superfluos. Los adolescentes están seguros de que pueden obtener la experiencia básica necesaria para la edad adulta solo entre sus compañeros.

El paso positivo de este período de crisis fortalece aún más la autoestima de los niños en crecimiento y su fe en sus propias fortalezas. Si la crisis no se resuelve correctamente, la dependencia de los padres se reemplaza por la dependencia de compañeros que son más fuertes y más seguros de sí mismos. Tales adolescentes creen que no debes intentar ni lograr nada. Están seguros de que nada funcionará de todos modos. Son de carácter débil, dudan de sí mismos, envidian los éxitos de los demás y dependen de las opiniones y evaluaciones de las personas que los rodean. Estas cualidades los acompañan a lo largo de sus vidas futuras.

El período de crisis desde los dieciocho hasta los veintidós años es un tiempo de búsqueda y aceptación de uno mismo, sus propias deficiencias y ventajas.

El tercer período de crisis está asociado con la búsqueda de su lugar en un entorno complejo. El joven comienza a darse cuenta de que el mundo que lo rodea es mucho más multifacético de lo que parecía antes. La insatisfacción consigo mismo y el miedo a su propia insuficiencia e impotencia vuelven a él. Teme no poder encontrarse correctamente a sí mismo y a su lugar en la vida.

Puede atravesar este período de crisis sin éxito. Las dolorosas consecuencias pueden ser diferentes. En el futuro, un joven, que nunca se encontró y se aceptó a sí mismo, puede elegir un objeto autorizado para seguir. Algunos no reconocen ninguna autoridad, eligen el camino de la negación y las constantes protestas. También hay jóvenes que comienzan a humillar a los demás y, por lo tanto, a aumentar su autoestima.

El paso correcto de este período ayudará a aceptarte con tus defectos y ventajas.

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  1. Stanislav

    Creo que es muy importante (además de mi propio ejemplo) preparar a los niños para situaciones de vida y crisis, incluso con la ayuda de literatura correctamente seleccionada. Desafortunadamente, la lectura ahora no está a favor, pero es en los libros para todas las edades que los niños pueden encontrar y adoptar los patrones de comportamiento correctos en diversas situaciones.

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